viernes, 16 de diciembre de 2016

13 Malentendido emocinante


10 de diciembre. Wad Medani y el Nilo bajo de agua. Es tiempo de sequía.


Paseo, tomo té, y callejeo viendo los clásicos puestos de comida y talleres de trabajo a pie de calle. Todo muy común en Sudan. 

Después de dos días de ganduleo arranco como de costumbre sin luz y pisando las calles de Wad Medani, siempre rogando que no pille algún trozo de cristal a mi paso. Un riesgo asumido con tal de pedalear fresquito.

La idea era hacer el trayecto hasta Gedaref en dos etapas mas bien cortas. Y así, llegue al primer pueblo que yo creía importante porque figura en los mapas: El Fau. Error... pero bueno, es cosa corriente. resulta que no, que no hay donde dormir. Quedan muchas horas de dia y el lugar es bastante soso. Tomo una coca cola mientras dejo que asimilen la llegada del extraño y pienso que es un coñazo estar parado tanto tiempo mientras muere el dia. Pregunto a un policia del control de carretera por un lugar para dormir, nada. Pregunto a otros cuatro que están sentados y de tertulia; no, aquí no hay hotel, unos kilómetros más adelante, sí. Todo esto cada uno en el idioma que puede, Yo les paso mi traducción al amhárico (no se habla árabe); que no, que no quiero hotel, que además tengo poco dinero... Coño, el tipo entiende que estoy pelado. Mete mano al bolsillo mientras le dice a los otros tres que colaboren. Yo estoy alucinado, lo rechazo, claro, que no, que no quiero dinero, que dije que tengo poco dinero... Nada que no veo que lo entiendan; son de piñón fijo. En esto llega una furgoneta y le pregunto al poli generoso que si va al siguiente pueblo. Pues ya esta montado el tinglado. Se acerca el conductor para presentar sus papeles del transporte. Mi buen policía habla con el, de mi, obviamente, y de pronto le planta el dinero de la colecta en la mano y me veo como "invitado" a subir a la furgoneta para ser transportado. Ya no supe que decir, además, ¿como explicarles que era un mal entendido y negarme a la invitacion cuando aquellos hombres uniformados pusieron tanto empeño en favorecerme?. Reconozco que en medio de la sorpresa sentí una profunda emoción por su acto generoso y no pude por mas que acordarme de los cabrones anteriores con los que me he topado y que siempre intentan engañarte. Hoy era el dia madre de las compensaciones y reconozco que me emocioné profundamente. Los cuatro policías tampoco olvidarán el abrazo que aquel españolito sucio y barbudo les fue dando uno a uno. Me consta que les sorprendió. Que menos que esa muestra de agradecimiento, ¿no?.

Me estaba acercando al siguiente país, así que se encontraba mucho etíope deambulando por las carreteras con una especie de atillo y poco dinero.

La fugoneta bus de viajeros
El conductor va subiendo gente a la furgoneta. Luego yo seria testigo de como paró el vehículo kilómetros antes de antes de llegar al destino y empieza con ellos una negociación brutal sobre lo que han de pagar. Coño, yo veía que aquellos hombres humildes desde la cabeza hasta los dedos del pie, poco podían ofrecer pero la alternativa era bajar de la furgoneta. Solo pude alegrarme de que a mi me llevaba por las pocas libras sudanesas que el policía le había puesto en a mano. No tuvo mas remedio que tragar. 

Y asi apareci en Gedaref un dia antes de lo previsto aun con la sorpresa por todo lo acontecido. Aqui si habia hotel pero aunque hubiese sido mas barato, solo por honradez con mis polis benefactores, no hubiese dormigo pagando.

Pedi permiso al vigilante de una obra y monte mi chiringuito: unos cartones al mas puro estilo de un indigente, y encima el saco de dormir.

Fueron unas horas de charla con este originario de "Niyiria", entiendase Nigeria. De unos setenta años, este hombre llegó en su juventud a Sudan y tiene familia allá, al otro lado de África. Se emocionó al contarlo y sus ojos comenzaron a brillar a traves de los cristales de sus gafas.